Bueno, un poco sí que mueres. De cansacio, obviamente. Todo aquello en lo que uno se involucra personalmente (más aún si te toca mover sillas) conlleva un desgaste físico inevitable. Y mental también, para qué engañarnos. Pero como dice el refranero popular, “sarna con gusto…”. El día 8 de abril presenté en el Impact Hub Next de Madrid (en la foto) mi libro “Y este crack ¿te suena?”, Alienta (que está gustando mucho, ¡gracias a quienes lo compráis y por los comentarios que me hacéis!). Era un día para mi muy importante, y me propuse meses antes conseguir que fuera especial para los asistentes. Llevó mucho curro… pero ¡nos lo pasamos bien! Estuve rodeada de la mejor compañía del mundo, y recibí muchas sonrisas a cambio. He pensado que quiza pueda ser interesante contar mi experiencia, por si sirve de ayuda a otras personas que, en algún momento dado, también tengan o quieran montar su propia presentación. Asi que la talentsolucionadora, con vuestro permiso, seré esta vez yo.
Primer paso: buscar el espacio adecuado
Mi primera recomendación es que “engames” tu libro con el entorno. Es decir, qué busques un espacio que tenga que ver con el contenido del libro. El resultado es mucho más coherente. ¿Que has escrito un libro sobre jardinería? Pues podría funcionarte un vivero, por ejemplo. ¿Es de recetas? Sería divertido hacerlo en la cocina de un restaurante. ¿Una novela de misterio? Pues qué tal en un cine y poner un pequeño trailer misterioso en blanco y negro antes… En mi caso, tenía la gran suerte de que mi editorial, Alienta (Planeta), me organizaba la presentanción si así lo quería (no siempre sucede, asi que agradecidísima). Pero lógicamente las editoriales tienen sus acuerdos colaborativos con librerías, y a mi presentarlo en una librería no me convencía (vale, me aburría mortalmente). Quería que fuese un lugar innovador, ofrecer un plus a los asistentes, que hubiera un momento para tomar algo y charlar… Asi que me tocaba buscarme la vida (como es algo que siempre predico, pues a poner ejemplo). Y, esto es importante, ingeniármelas para hacer trabajo colaborativo o trueque ya que dinero para invertir en la presentación no tenía (aunque algo siempre gastas, tenlo en cuenta…). La manera de hacer el intercambio sólo puedes descubrirla tú mismo: puede ser poniendo los nombres de las marcas que participen en la invitación del evento, dándoles visibilidad en la red, o como se te ocurra, mientras la relación sea win-win. Como mi libro trata sobre profesionales del 2.0. y, precisamente, su filosofía es la colaboración entre profesionales, lo tenía claro: quería hacerlo en un espacio de coworking.
Alternativas de coworking en Madrid, ¡muchas!, pero como la vida siempre te va enlazando unas cosas con otras, y pone a personas claves en tu vida (estate atento a las señales)… yo había conocido tiempo antes a un grupo profesional muy interesante, con quienes iba a trabajar para otras cosas: Teamlabs (aquí podéis saber más sobre ellos), quienes… ¡eureka! Tenían su oficina en el espacio perfecto: el Impact Hub. Vale, reconozco que me gustaba más el Impact Hub que el Next, donde lo hicimos al final, pero el primero no pudo ser (se lo quedó Google ese dia :). Viéndolo en perspectiva, me alegra haberlo hecho en el hall del Next: su mobiliario móvil nos permitió jugar como quisimos y hacer el escenario que más nos gustara (gracias Viviana Lopes y Eduardo Villar por dejarlo tan chulo). Hasta diez minutos antes de la hora de convocatoria, estuvimos sudando silla arriba, cajonera abajo… ¿Lo bueno de usar los músculos? ¡Que no tienes tiempo de comerte la cabeza con tonterías! (del tipo, ¿vendrá alguien?… 🙂 ).
Segundo paso: piensa a quién quieres invitar
Cuando ya tienes cerrado el espacio, todo empieza a ir más rodado (y te quedas infinitamente más tranquilo). Ya puedes pensar dónde pondrás qué, el aforo que tiene el lugar (o sea, a cuántas personas invitar), etc.
En mi caso, hice invitación cerrada (el diseño es de Alienta, el mailing para invitar a los asistentes lo hice yo) con lista de puerta, ya que el aforo del lugar -para estar cómodos- era como mucho para 120/130 personas, y prefería tener algo controlado cuántos seríamos (el número de personas también me condicionaba el catering, por ejemplo). Falló ese famoso 20 o 30% que dicen caen en las bodas. Asi que tenlo en cuenta para tu propia presentación. Siempre hay bajas. ¿Mi gran alegría? ¡Asistieron 100 personas! Uau. ¡¡¡Gracias!!!
¿A quien invitar? Pues además de familiares y amigos (es tu momento, compártelo con quienes quieres y te quieren), prensa (bueno, en mi caso muchos de los periodistas ¡también eran amigos! ventajas de tantos años de profesión :); puedes convocar a periodistas especializados en aquella temática de la que trate tu libro (localiza revistas, programas de radio, tele, blogs, especializados); y también gente afín a tu tema (por ejemplo, si tu libro era el de jardinería, previamente deberías haberte metido en algún foro o web especializada, compartir intereses, e invitar a esas personas que sabes les va a gustar el contenido de tu obra). Yo por supuesto invité a los “cracks” que aparecen en mi libro, por lógica (ellos son los verdaderos protagonistas) ¡y porque me hacía tremenda ilusión conocerles en persona! Asi que gracias a todos aquellos que me acompañásteis, de corazón (y a los que no pudistéis venir pero me apoyásteis, y mucho, desde la distancia. Ya encontraremos huecos).
¿Otra idea, tanto si haces lista de puerta, como si no? Liar a buenos amigos y compañeros para que te echen una mano… En mi caso creé un mini staff de “Y este crack” (gracias Amaya, Olga, Tamara, Teresa), para quienes diseñamos unas camisetas con la portada del libro impresa (y fuera así fácil identificarlas). Ellas controlaban la entrada con la lista, se encargaban de dar un regalo detalle (luego os cuento) y ¡hasta sirvieron el cava! (tenía un montón de ricas botellas de Cava Mont Marçal –gracias, ¡y también a Silvia por la gestión!- pero no servicio). Su ayuda, imprescindible. Thanx!
Tercer paso: ofrecer básicos ¡y muchos plus!
Te hago un listado de los plus y básicos que decidí ofrecer, por si te sirve de inspiración. Aunque… hay miles de posibilidades, solo tienes que echarle un poco de imaginación (y horas). Ah, y pide ayuda cuando lo necesites. ¡La cantidad de personas generosas que tenemos alrededor! (si tú lo has sido y eres a su vez, claro. Si no, no funciona). Ese día me llegaron unos “regalos” increíbles de personas con las que mantenía una buena relación. Creo fervientemente en que recogemos lo que sembramos, pero también que el fruto no sale de un día para otro. Por eso mola tener una actitud colaborativa y amable siempre que se pueda (y no cuando a uno le interesa). Pero sorry, que me despisto… Al grano.
¿Qué puedes incluir en tu presentación?
1. Comienza con la presentación de tu obra, y de ti mismo, por parte de tu editor (o de un amigo o persona de confianza en caso de que te hayas autoeditado). En mi caso lo hizo Sira Coll, de Alienta (y lo hizo genial). Así, alguien que conoce bien el libro cuenta de qué va y sitúa a los asistentes (no des por sentado que todo el mundo sabe de qué trata), a la vez que te da paso diciendo algunas palabras sobre ti. De ese modo te resultará más fácil empezar a hablar (a veces la audiencia, impone…).
2. Si te has hecho o te han hecho un booktrailer (te lo recomiendo, te dará mucho juego para mover tu libro en redes sociales: el que hicimos Tamara González ¡crack! y yo, lo puedes ver aquí ), es un buen momento para proyectarlo. Así comienzas con música, imagen y emotividad. Uno de los “regalos” de los que os hablaba antes es que me “cayeron del cielo” y de un modo totalmente inesperado para ese día tres pedazo de televisiones Philips (gracias a TresCom, especialmente a Ana Morell -¡lo que curraste!-, y al técnico de Nivel3), que permitieron que los dos videos que proyecté se vieran genial desde cualquier ángulo, a la vez que servían de altavoces de los micros (piensa en eso, si prefieres ir pasando uno de mano en mano, o que haya un par de micrófonos) y para la música ambiente durante el catering. Pero un sistema de altavoces + micro es fácil de obtener y no muy caro (eso sí, asegúrate antes de empezar de que todo funciona. ¡Y que los micros tiene pilas!). Tu editor (o persona de confianza) también puede ser quien cierre la presentación (la parte hablada).
3. Busca a una segunda persona que te haga ilusión comparta la presentación contigo. Para que haga un pequeño speech, o genere una conversación a través de preguntas (cuando menos trabajadas previamente, más natural te saldrá). Si es especialista o conocido en el sector de tu libro, mejor. Una buena conversación hará todo más ameno, y además así te restará protagonismo (yo pienso que eso es bueno). A mi me hizo una ilusión tremenda poder compartir ese momento con Juanjo Azcárate, uno de los “cracks” del libro y a quien admiro muchísimo. Fue un lujazo viniera de San Sebastián para acompañarme. No words. Intenta que esta parte no pase de los 20/25 min. O la audiencia se aburrirá (ya sabes que 20 min es el tiempo máximo de atención del ser humano).
¡Ah! Y deja un turno para preguntas del público; a mi esta parte se me olvidó 🙁
4. Inventate una actividad alternativa para cerrar. Algo que complemente tu presentación y esté relacionado, pero a la vez no signifique seguir hablando de tu obra, sino que involucre a los asistentes. A mi me encantó la idea que tuvo Eduardo Jaúregui (TeamLabs), que consistía lo primero en buscar la colaboración de la sala (todo el mundo recogió las sillas para despejar el espacio. Lo hicieron ¡en 0,2! Espectacular el trabajo en equipo); después nos repartió bolis y cartulinas para que escribiéramos la frase que creíamos resumía el libro o lo que más nos gustó de lo que esa tarde habíamos oído; y después nos teníamos que mezclar y “discutir” votaciones de las frases, todos con todos. Eso fue lo mejor: el hielo se rompió y todos tuvimos la oportunidad de cruzarnos con otras personas, aunque no las conociéramos de nada. Lo importante no era el resultado (la frase ganadora de la noche para tuitear), sino el que todos participamos, nos cruzamos, interactuamos ¡y nos reimos! Seguro que se te ocurren mil ideas para hacer alguna actividad que tenga que ver con la temática de tu libro. Recuerda, se trata de que todos se sientan parte activa. Muéveles, muévete, rompe el hielo, haz que se diviertan. Y diviértete.
5. Ofrece algo de beber y de picar. Un básico, pero importante… Puede ser a través de catering (yo tuve la gran suerte de contar con las delicias dulces de La Mojigata. ¡Mil gracias Natalia! Doy fe de que desapareció todo…), o de lo que decidas comprar tú mismo. No importa, no te agobies por el qué. El objetivo es generar conversaciones, tener tiempo para poder hablar más tranquilamente, que la gente que se conoce, o acaba de conocer, tenga tiempo para saludarse y charlar… Y todo esto lo facilita la bebida y la comida.
6. No te olvides de llevar libros para vender ¡y firmar! Si publicas a través de editorial habla con ella para que te localice un librero de la zona al que le interese montar su puesto en la presentación. Y si te has autopublicado, llevalos tú, ponlos en una mesa y que alguien de tu staff se encargue de venderlos. Lo bonito de hacerlo es que así puedes firmar los ejemplares in situ, ¡y eso hace muchísima ilusión!
7. Regala un detalle a los asistentes, que -como siempre- esté relacionado con tu libro. Ellos se han tomado la molestia de venir, asi que compénsales. Yo compré bolsas de mano y escribí unas frases de agradecimiento en ellas; dentro iban unas lindas galletas hechas artesanalmente por Sweet Havana, decoradas con una arroba enamorada del 2.0. 🙂 Me fui hasta Salamanca a por ellas, y mereció la pena el viaje por conocer a su autora, Claudia, una cubana. Si es que en la mezcla están las combinaciones ganadoras. ¡Gracias!
Espero haberte dado ideas. Para mí, mi presentación fue un “éxito” porque me lo pasé genial, conseguí convocar a mucha gente a la que adoro pero también a personas super interesantes que deseaba conocer, y con las que ya he establecido lazos y seguro colaboraremos en el futuro. Me sentí arropada y apoyada. Creyeron en la utilidad, servicio y recorrido de mi libro.Y ese es el mejor estímulo y recompensa que puedes recibir.
Todo el esfuerzo previo mereció (muy mucho) la pena. ¡Suerte en la tuya! Y no dudes en compartir conmigo tu experiencia.