Hay una expresión muy común en nuestro país -supongo que en cualquiera- que dice: “a la familia no se la puede elegir, pero a los amigos, sí”, en una clara alusión a que de locos es no rodearse de quienes te hacen sentir bien… pudiendo escoger. Sin meterme en el tema de la familia (discutible), lo cierto es que nos hacemos amigos de gente que nos es afín, que nos mejora como personas, nos complementa, etc. Escogemos con quién sí, y desechamos a quién no. Sin embargo, aún siendo tan importante saber con qué tipo de personas vamos a trabajar (pues no sólo pasaremos junto a ellos muchas horas, sino que son los compañeros, jefes, subordinados y demás quienes al final influirán -como seres sociales que somos- en nuestra felicidad laboral), es menos frecuente que nos molestemos en averiguar cómo son las personas del entorno en el que vamos a trabajar.
No digo saberlo de un modo individual (imposible descubrirlo previamente), sino en conjunto: la filosofía de trabajo, la cultura empresarial, el ambiente que se respira, los valores que se defienden…
Sobre todo los pequeños emprendedores/empresarios, y doy por hecho que también los departamentos de RRHH (permitidime esta licencia, que las cosas están cambiando….), a la hora de contratar a alguien tienen en cuenta factores personales y emocionales -además de los puramente profesionales- para saber si el candidato encajará en la empresa (con sus valores y cultura) y también con el equipo. Ya sabemos que va extendiéndose la moda de que algunos de los compañeros que van a currar con el nuevo candidato -normalmente medios y altos cargos- le entrevisten también a su vez para comprobar que hay feeling. Y aunque la cosa puede salir rana (hablo de blufs y malos profesionales en este post), si se hace un buen estudio previo del perfil lo normal es que todo fluya como debe.
Pero, ¿hace el mismo ejercicio el candidato? La respuesta es no. Habitualmente se preocupa por saber cuáles serán sus responsabilidades, objetivos, retos, condiciones laborales, horario, salario, etc. pero se olvida de preguntar o averiguar por su cuenta cómo encajará él (como persona, con sus valores, creencias, intereses, forma de ser…) entre los demás. Y vuelta a tropezar con la misma piedra. Porque la mayoría de las veces que se abandona (o se desea abandonar, crisis mediante) un trabajo, es más por una cuestión personal (ojo, no sacar la palabra de contexto) que técnica. Según un informe elaborado en 2011 por la empresa Bullhorn (crean software para el rastreo de candidatos), el motivo principal de la huida de talento es por una mala afinidad cultural. Es decir, el empleado siente – o descubre con el tiempo- que no pertenece a ese lugar, que no le funciona, le minimiza o le bloquea: sus valores no coinciden con las de su jefe o colegas (no está de acuerdo con las prácticas, ética, jerarquías, procedimientos, formas…).
Por ello, si estás pensando en cambiar de trabajo o en búsqueda activa de empleo, merece la pena averiguar dos cosas:
1. Cómo eres tú (es un básico que nunca muere… Y con lo útil que es, ¡el poco caso que nos hacemos!).
2. El tipo de personas con las que te gusta(ría) trabajar.
1. CÓMO ERES TÚ
Hay infinidad de fórmulas para trabajar sobre uno mismo y conocerse mejor: libros, profesionales, test, meditación… Yo te propongo, como punto de partida, realizar el Indicador de tipo de Myers-Briggs (o MBTI), creado por la talentsolucionadora Katharine Cook Briggs (junto a su hija). Está elaborado con bastante lógica y, aunque tiene algunos detractores, consiste en hacer un sencillo test que puede ser divertido y por lo tanto animar a seguir descubriendo más cosas sobre uno mismo. ¿En qué consiste? En averiguar a cuál de los 16 tipos de personalidad perteneces, en función de lo siguiente:
- Cómo enfocas tu atención u obtienes tu energía (extraversión o introversión)
- Cómo percibes o tomas la información (sensación o intuición)
- Cómo prefieres tomar decisiones (pensamiento o sentimiento)
- Cómo te orientas hacia el mundo exterior (calificador o “judging” y percepción)
Puedes encontrar varios test en Internet, pero uno que recomienda el talentsolucionador Richard N. Bolles en su libro ¿De qué color es tu paracaídas? (Gestión 2000) es este: http://www.odiseajung.com/tipos-psicologicos-jung-mbti/
Aquí también puedes ver la definición de los tipos: http://www.16personalities.com/es/descripcion-de-los-tipos
Yo pertenezco al grupo de los ENFJ. Y sí… es curioso. Ya me dirás si te animas a hacerlo cuál es tu perfil, que he leído sólo el mío, pero debe haber de todo en la viña de Briggs.
2. TIPO DE PERSONAS CON LAS QUE TE GUSTA(RÍA) TRABAJAR
Piensa en los valores o actitudes y formas de ser de compañeros, jefes, etc. que hayas tenido a lo largo de tu carrera, y que te dejaron una huella positiva. O dale la vuelta si te resulta más fácil: ¿con qué tipo de personas no quieres volver a compartir espacio profesional ni de broma? Haz una lista con las características que te echan para atrás, y luego ponlas en positivo (sus contrarias). El resultado son aquellos valores/características que consideras importantes y convendría tener en cuenta para el próximo movimiento.
¿Cómo averiguar si ese trabajo que nos han ofrecido, o que a priori nos interesa, encajará humanamente con nosotros? Toca ingeniárselas para hablar directamente con sus empleados (o el cuñado del empleado, recuerda la teoría de los seis grados), y recabar información de primera mano. No se trata tanto de hacer caso a los rumores o chascarillos (aunque cuando el río suena ya sabes), sino de palpar el ambiente que se respira, el grado de felicidad de las personas que trabajan ahí; detectar por qué valores se rigen, si la cultura de empresa que transmiten te hace sentir cómodo… Y, por supuesto, preguntando directamente a tus futuros empleadores sobre la cultura de empresa y aledaños.
Es también muy interesante saber el tipo de personas que profesionalmente son más afines contigo no solo pensando en la felicidad, sino para orientarse mejor hacia dónde dirigirse, si estás virando tu carrera hacia otro lugar.
Precisamente N. Bolles tiene un capítulo en su libro del paracaídas que trata expresamente esto. Él lo llama:
El ejercicio de la fiesta
Dice: “las personas también pueden ayudarte a identificar profesiones. Esto es debido a que cada profesión tiene un tipo característico de entorno humano. Dinos qué profesión te interesa y te podemos decir, de manera general, qué entorno humano ofrece, en base a seis factores. O bien dinos qué tipo de entorno humano quieres encontrar -en base a esos seis factores- y te podremos decir qué profesiones te lo pueden ofrecer”.
El método es del dr. Jhon L. Holland y estos son los 6 entornos que propone:
1. Entorno humano realista: gente que prefiere las actividades de “manipulación explícita, ordenada o sistemática de objetos, herramientas, maquinaria y animales”. Realista = percibir por los sentidos. Le gusta la naturaleza, animales, plantas, deporte, herramientas y maquinaria, aire libre.
2. Entorno humano investigador: gente que prefiere actividad de “observación e investigación de fenómenos físicos, biológicos o culturales”. Gente con curiosidad, que les gusta investigar o analizar cosas, personas o datos.
3. Entorno humano artístico: gente que prefiere actividades que conllevan “actuaciones o competencias ambiguas, libres y no sistematizadas para crear formas o productos artísticos”. Gente imaginativa, artística, innovadora, que no le gustan los relojes.
4. Entorno humano social: gente que prefiere las actividades que conllevan “la manipulación de los demás para informar, formar, desarrollar, curar o iluminar”. Gente inclinada a ayudar, enseñar o servir a otras personas.
5. Entorno humano emprendedor: gente que prefiere actividades que conllevan la “manipulación de los demás para conseguir metas organizativas o de interés personal”. Les gusta poner en marcha proyectos u organizaciones, vender cosas, influenciar o convencer.
6. Entorno humano convencional: gente que prefiere las actividades que conllevan “manipulación explícita, ordenada o sistemática de datos, como llevar un registro, clasificar material, datos escritos o numéricos, según un plan preestablecido, gestionar un negocio”. Le gusta el trabajo detallado y completar tareas o proyectos. Convencional=corriente dominante en nuestra cultura.
Listo. Ahora, imagina que estás en una fiesta en la que también han invitado a seis grupos de personas, en función de estos seis entornos. Tienes que decidir a qué grupo te acercas primero (te apetece más charlar con ellos, se genereraría conversación, compartirías intereses). Al cabo de 15 min. estos se tienen que marchar. ¿A cuál de los 5 grupos restantes te acercarías ahora? Ok. Estos también se van. Por último, y para no quedarse colgado… ¿A cuál de los 4 grupos restantes te acercarías de nuevo?
Por lo visto, todos tenemos tres entornos humanos preferidos, dentro de los seis. Las iniciales de tus tres entornos escogidos por orden (S de social, E de emprendedor…) forman tu código Holland y pueden darte una idea de campos a los que asomarte profesionalmente, más allá del que estás acostumbrado.
Creo que merece la pena tomarse un tiempo para pensar sobre esto, que nuestra felicidad laboral (¿acaso hay algo más importante que la felicidad, la sitúes donde la sitúes?) está en juego. Y ya sabemos que felicidad laboral = mayor productividad. Si ahora mismo estás en situación límite (trabajar para subsistir), puede ser igualmente útil tener esto en cuenta. Al menos, si tienes que aceptar un trabajo en el que ya sabes de antemano no encajarás, podrás contar con ello.
Se trata, en definitiva, de tener mayor control sobre nuestra vida y aspirar a lo mejor para uno, que será también lo mejor para todos.
¡Gracias por estar ahí!