Cómo prepararse para lo que nos depara el futuro del trabajo (que por cierto ya está aquí)

Te invito a hacer un cálculo rápido: ¿cuántos años tendrás en el 2033?

No sé que cifra te ha salido, pero a mí aún me pillará en edad laboral y con bastantes años por delante para seguir trabajando. En parte porque la edad de jubilación se alargará ya que el cobro de la pensión será una utopía (ahora lo vemos) y en otra gran parte porque espero me guste mucho aquello que sea que esté haciendo y no me duelan los huesos ni tampoco los lunes ni los martes. Probablemente tus cálculos sean parecidos. Además, creo que a los Postmillennials les va a venir muy bien tenernos por ahí cerca con todo nuestro bagage de experiencia y conocimientos…

Pero, si te parece que para el 2033 queda mucho, piensas que las cosas tampoco van a cambiar demasiado o crees que los buenos tiempos del pasado en algún momento volverán, hummm… Necesitas seguir leyendo. Cómo lleguemos al 2033 y al 2025 y al 2020  (sobre todo, que lleguemos con trabajo) y de qué manera (bien posicionados) va a depender de la mentalidad que ahora mismo adoptemos.

El futuro es ahora

Es contradictorio desde el punto de vista temporal, lo sé, pero el Futuro del Trabajo ya está aquí. Seguro que te encuentras con frecuencia por Internet con estas siglas: FOW (Future of Work). Y aunque en realidad llevan un montón de años danzando por ahí es ahora, cuando de verdad se nos tambalea lo conocido/establecido en el mundo laboral, cuando se han expandido con fuerza y nos ha dado por pensar: “¿qué será de nosotros? ¿hacia donde vamos? ¿qué nos deparará el trabajo? ¿tendremos todos cabida en él? ¿de qué manera? ¿con qué profesiones? ¿y de lo mío, qué?…”.  Detrás de estas siglas -de quienes se las toman y plantean en serio-  se esconden estudios, análisis, gente actualizada y pensante, la revolución de las nuevas tecnologías y aquellos que se quedarán con los trozos más golosos y molones de la tarta laboral (que, voy avisando, será más pequeña aún que la de ahora).

 

Lo que no sé es porqué lo seguimos llamando Futuro cuando ya está pasando. Lo estamos viendo, experimentando y hasta pisando (yo, literalmente, hace una semana en la sede de Microsoft. En mi próximo post hablaré sobre lo que allí se debatió: los nuevos espacios y la “flexiguridad”). Así que con vuestro permiso me voy a inventar un término que englobe a los dos, presfut (present-future), y de ahí POW (Presfut of Work). 
Lo llamemos como lo llamemos, creo que lo importante es:

1. Ser conscientes de que ya estamos sumergidos en esta nueva realidad laboral.

2. Conocer todo lo que podamos de hacia dónde -y de qué manera- va a evolucionar.

3. Prepararnos -con todas las herramientas que tenemos a nuestro alcance- para ello.

4. No reaccionar ante este POW como la niña de Poltergeist (“ya están aquí…”), enfrentándolo con miedo. Lo desconocido da miedo, sí. La incertidumbre da miedo, más. El cambio, ni te cuento. Pero el miedo es paralizante. Y si te paralizas, adiós futuro (al menos, adiós al prometedor). Es más sensato – y práctico- entender el POW como una época muy interesante que nos abre un mundo de posibilidades… distintas.

 

¿Cómo será trabajar en España en 20 años?

Por todo ello, quería presentarte un informe que me parece muy relevador para ir aclarando el futuro del trabajo español. Saber es poder, you know. Y de know y de mad (mentalidad knowmad) tiene mucho, muchísimo, el POW. Más del 45% del trabajo que se genere en el 2020 será para los nómadas del conocimiento. Precisamente sobre este perfil profesional estuve hablando el pasado lunes en una ponencia en Barcelona Activa  y, aunque en este artículo no me da tiempo a detenerme en ello, en mi Slideshare hay colgadas dos presentaciones sobre ello, por si te interesa el tema.

 

El informe se llama “Trabajar en 2033” y lo han elaborado un montón de talentsolucionadores de PwC. Rescato aquí, de sus 100 páginas, algunas de las cosas que me parecen más significativas. Ya lo veníamos contando, viviendo, pisando, pero verlo en negro sobre blanco con los datos de esta consultora, creo que deja poco margen a la duda. Ahí va.

1ª Nuevas formas de organizarse: adiós al empleo para toda la vida

El concepto de que una vida equivale a un puesto de trabajo y en una única empresa está ya cambiando y lo hará todavía más. A lo largo de una carrera profesional, lo habitual será trabajar para varias empresas, en distintos puestos de trabajo e incluso en varios sectores de actividad. Hay estudios que cifran entre siete y 10,5 la media de puestos de trabajo que podríamos tener durante nuestra vida laboral. Por otra parte, se asumirán diferentes identidades profesionales, y esto requiere que los futuros trabajadores sean más flexibles en cuanto a la idea de tener una carrera lineal y ascendente. Cada vez es más frecuente enfrentarnos a un nuevo comienzo. Por tanto, nos encontraremos con un perfil de trabajador más proclive a controlar de forma activa su carrera laboral y a asumir la responsabilidad de su desarrollo profesional (mentalidad knowmad, este paréntesis es mío). Este cambio de mentalidad en la concepción de la vida laboral implicará a su vez novedades en cuanto a organización del trabajo se refiere.

Podemos hablar de tendencias también en la evolución de los modelos de contratación (esto va para el siguiente post).

 

2ª Globalización y movilidad del talento
La competencia por el talento, presente ya en muchos países, se extenderá rápidamente a medida que la crisis actual vaya amainando. Gracias a las tecnologías y a la globalización, esta competencia tendrá carácter mundial. Podremos ir en busca de candidatos o de empleo allí donde sea más atractivo, pero también competiremos con miles de profesionales y empleadores. El talento será universal y móvil.

 

3ª Flexibilización del trabajo y valor de la marca personal
En los próximos 20 años asistiremos a un flexibilización de las formas y tiempos de trabajo. Tendremos organizaciones más diversas en culturas y generaciones, habrá más contratos a tiempo parcial, la gente cambiará más de trabajo y será más habitual trabajar para varios empleadores y a través de redes de colaboración profesional. Esto hará crítico el desarrollo y cuidado de la marca personal, garante de una trayectoria profesional de éxito. La “flexiseguridad” estará en la agenda de los gobiernos europeos y la cultura del emprendimiento seguirá extendiéndose.

 

4ª Foco en la cualificación

En España, auge de las profesiones técnicas, en 2033 habrá 2,5 millones más de empleos para personas con formación media. En España, contrariamente a la tendencia global, serán las cualificaciones medias y no las altas las que vivirán el mayor crecimiento de la oferta de empleo en los próximos 20 años.

 

5ª Medio ambiente, Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) y Turismo serán los sectores protagonistas. España se alinea a esta tendencia mundial: el empleo en hostelería y restauración aumentará un 70% en 20 años, seguido por la gestión de agua y residuos y las profesiones técnicas, con +44%, ocio con +39% y TIC con +37%. La biotecnología y la agroalimentación, abrirán también nuevos caminos de empleo. Lo que menos trabajo generarán: sector público, construcción.

 

6ª La pyme seguirá jugando un papel clave
Más de la mitad de nuestra población activa seguirá empleada en pequeñas y medianas empresas. Otro reto para las pymes, especialmente para las más pequeñas, será la internacionalización, que es estratégica para su crecimiento.

 

7ª Seremos menos gente para trabajar
A pesar de que se creará un 1% de empleo anual, llegando a una tasa de paro del 6,7% en 2033, habrá más inactivos y parados por ocupado que hoy (de 1,05 a 1,17), debido al envejecimiento de la población.

8ª El 66% de la pobación activa pertenecerá  a la generación Millennials (1984-2000)  y Post millennials (2001- posterior), todos ellos nativos digitales. Verán el mundo como su portal de empleo y estarán acostumbrados desde muy jóvenes a crear y gestionar su marca personal en las redes sociales. Serán más internacionales, poseerán mejores habilidades interculturales y una mayor capacidad de adaptación que los profesionales del 2013 y, sobre todo, serán mucho más emprendedores.

9ª Número de desocupados crece 

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), si se mantiene el déficit actual de empleo, en el año 2018 el número de desocupados crecerá en 13 millones, hasta llegar a los 215 millones, y la tasa de paro será del 6%. El problema es que el empleo nuevo no alcanza a cubrir el número de personas que se incorporan al mercado laboral. Se estima que se generarán 40 millones de empleos nuevos al año en todo el mundo, insuficientes para absorber a los 42,6 millones de personas que se prevé que se sumen a la población activa (por eso va a tocar diferenciarse, buscarse nuevas vías, adquirir nuevas competencias…).

10ª Acelerado avance de las nuevas tecnologías, que contribuye a reducir costes, facilita la búsqueda y contratación de profesionales especialistas en todo el planeta y responde a las demandas de los trabajadores en cuanto a una mayor flexibilidad en el desarrollo de sus responsabilidades. El uso de las tecnologías fomentará entornos de trabajo diferentes a los que hoy en día estamos acostumbrados. Así pues, el teletrabajo, las áreas de coworking (profesionales independientes con diferentes capacidades, intereses y redes de contactos compartiendo espacios en oficinas comunes) y los grupos de trabajo distribuidos (trabajo cooperativo sin necesidad de mantener reuniones cara a cara, apoyándose en videoconferencias) se perfilan como los entornos de trabajo más comunes en un futuro próximo.

¿Qué medidas e iniciativas recomienda PwC a los estudiantes y a la población activa para conseguir un puesto de trabajo de calidad?

 

  1. Preocuparse por su empleabilidad para encontrar o mejorar su puesto de trabajo

Cultivar la empleabilidad en cada etapa de la vida profesional. Para mejorar su empleabilidad, los estudiantes necesitan orientar su formación hacia profesiones con salida profesional y completar su preparación técnica con habilidades, idiomas y formación práctica.  Aquellos que buscan empleo y desean mejorar su empleabilidad deben reorientar su carrera con cursos de reciclaje hacia profesiones de mayor salida, si fuera el caso, o recibir formación en aquellos aspectos que demandan las empresas, como habilidades, idiomas o conocimientos específicos según el sector de actividad.

  1. Crear una marca personal que permita al profesional diferenciarse
    El mercado laboral está cambiando. Con la irrupción de la era digital, nos enfrentamos a una competencia cada vez más global por un puesto de trabajo, pero también la línea entre vida personal y profesional se difumina.

-Nuestra presencia en la Red es inevitable, por lo que debemos empezar a trabajar activamente en lo que queremos comunicar de nosotros mismos. Identificar lo que nos hace diferentes y hacemos bien.

-Definir nuestros objetivos y la estrategia para comunicar nuestra marca personal

  1. Generar ‘networking’ a través de la presencia activa en redes sociales y foros, y la asistencia a eventos acordes a las necesidades e inquietudes del profesional. Disponer de una red de contactos que te permita encontrar proyectos y trabajos con mayor facilidad, conseguir oportunidades de negocio, aprender de otros profesionales o contrastar ideas y opiniones. Actuar para que estos contactos se conviertan en relaciones duraderas de interés mutuo.

 

¡Uf! Siento lo XXL del artículo, pero el tema no me puede gustar más. Que tengas un gran POW por delante, comenzando por una feliz semana. Seguimos.

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