“Saltar de un acantilado conlleva una emoción extraordinaria cuando lo decides tú. Nunca sentirás esa emoción si alguien te empuja”, dice John Moravec, creador del término knowmad.
Por desgracia, en esta realidad laboral en la que vivimos es muchísima más la gente a la que se empuja (despidos, cierres, ERES, fusiones, externalizaciones….) que personas que deciden por sí mismas prepararse para el salto. Y no, no es lo mismo. Frente al miedo o temor a lo desconocido cuando a uno “lo sacan” de su estabilidad laboral, está la emoción de poder vivir en armonía con la incertidumbre si te has preparado para ello. El presente/futuro del trabajo (pow) pasa por una ruptura de las carreras lineales, ascendentes, “seguras” y predeterminadas, para transformarse en una aventura laboral más disruptiva, en la que pasaremos por muchos estadios distintos (freelance, contrato, autoempleo, colaborador, emprendedor…).
Las relaciones laborales “para toda la vida”, las carreras de fondo, se sustituyen por relaciones de “noviazgo profesional” más cortas, pero que bien entendidas y bien gestionadas pueden ser más fructíferas e incluso muy interesantes para ambas partes de la ecuación (empleadores y empleados). Hay megatendencias muy fuertes que están transformando el mundo tal y como lo conocemos, que van a repercutir -ya lo están haciendo- en los conceptos tradicionales de empresa y de trabajador. Y en este futuro cambiante y líquido que se nos presenta, el perfil knowmad (nómada del conocimiento) es quien mejor encaja, por haber adquirido habilidades necesarias para surfear -y seguir encima de la tabla- todas las olas de cambio que están por llegar.
UN NUEVO PERFIL Y UNA NUEVA MENTALIDAD
Por eso me gusta decir cuando doy conferencias sobe los knowmads, porque así lo siento, que más que un perfil profesional lo knowmad alude a una mentalidad, una forma de vida, que a todos nos interesa interiorizar y adoptar. Porque nos hace moldeables y abiertos al cambio; porque nos prepara para las situaciones inesperadas; porque nos da herramientas para reinventarnos o redirigirnos si nos hace falta; porque nos ayuda a integrar las nuevas tecnologías con naturalidad y a sacarle todo el partido para nuestro beneficio; porque nos empuja a trabajar desde lo social, impidiendo así que estemos solos en el camino; porque nos abre fronteras y hace que miremos al mundo sacándonos de la mentalidad local; porque se interesa por el trabajo en red desde la igualdad, promoviendo así la transparencia, la colaboración, la innovación y la creatividad…
Hace ya tres años (que no es nada, pero es mucho en esta era en la que todo va tan rápido) que di mi primera conferencia sobre los knowmads en la Maratón Social Business by Juan Merodio y recuerdo de ese primer año, cada vez que mencionaba el término, ¡lo raro que resultaba que me miraran raro! 🙂 Y era normal: la cosa sonaba a película futurista de ciencia ficción y a término pop up: esos que se ponen de moda un tiempo pero que rápidamente eclosionan y desaparecen.
No va a ser el caso. Aunque todavía es un concepto por explorar, mejorar (su condición sine qua non es estar en beta permanente) y que sobre todo necesita darse a conocer, por fin empieza a cobrar importancia y demostrándose que no es moda pasajera. Los estudios indican que en 2020 el 45% de la fuerza laboral mundial será nómada.
Estamos hablando de casi la mitad de la población activa. Es más, hay sociólogos que hablan del knowmad como “el ciudadano del s.XXI”.
Que haya centros formativos y universitarios como la Universidad de Cantabria (Santander), la Universidad del Pacífico (Lima), Barcelona Activa o ESADE Alumni entre otros, que se interesen y pidan formación para sus alumnos sobre los knowmads, además de un honor para mi impartir dicha formación (muchísimas gracias), creo es muy significativo. Evidencia que esta nueva conciencia laboral va calando y que los profesionales (empezando por los encargados de mejorar la vida profesional de su alumnado) empiezan a ser conscientes de que necesitan nuevas herramientas y maneras diferentes de pensar y lidiar con el futuro del trabajo.
Mi ilusión es poder llegar, con la publicación este septiembre del libro “Knowmads. Los profesionales del futuro” (LID editorial), a un público mayor para así poder dotar -u ofrecer- dichas herramientas a cualquier persona sin importar su formación, carrera, profesión, situación o edad. La mentalidad knowmad es beneficiosa tanto para CEOs, directivos o empresarios como para trabajadores de primera línea, pasando por todos lo cargos intermedios. Porque se trata, en definitiva, de una forma de pensar que ayuda a mejorar nuestra empleabilidad y eso es algo que todos vamos a necesitar.
Quisiera dejar este post como un pequeño avance sobre el que reflexionar (un ratito) este verano, y ojalá a la vuelta del mismo podamos tratarlo juntos más en profundidad.
¡Felices vacaciones!