El mundo es ya social y los negocios también tienen que ser sociales.

19/07/2016

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Compartir, dar, tratar a otros con amabilidad y respeto. Escuchar, sentirse escuchado. Comunicar, conectar. Crear.

  • Estas son las características propias del ser humano; lo que necesitamos hacer, lo que nos convierte en seres sociales y sociables.
  • Lo que hace que me gustes, me caigas bien.
  • Lo que determina que quiera colaborar/trabajar contigo.
  • Esta es la esencia del nacimiento y comportamiento de las Redes Sociales (LinkedIn, Twitter, Facebook, Pinterest…).
  • También son las características de personalidad de los profesionales y líderes del (y con) futuro.

Es lo que marca la línea en la nueva era de los negocios: el mundo es ya social y los negocios también tienen que ser sociales.

¿Una buena fórmula?

Las empresas -como explico con más detalle en el libro Knowmads- mejorarán sus modelos de negocio si consiguen fusionar los medios sociales (social media) con el work media (sistema de trabajo virtual), el social listening (escucha activa de las personas), crowd labor (trabajo de colaboración distribuida) y el social intelligence (capacidad de llevarse bien con los demás y conseguir la cooperación).

Si a esto le añadimos el correcto uso de otras tendencias que son y serán claves (como la nube, la portabilidad o el Big Data) y se trabaja desde el auténtico interés la cultura de empresa (comunicación, flexibilidad, conciliación…) y los valores (orgullo de pertenencia, transparencia, autenticidad…), tenemos aquí una fórmula consistente para el éxito.

Entre las ventajas del social business, como explica el trabajo Unlocking value and productivity through social technologies, del McKinsey Global Institute, están:

1.    La cocreación de productos.
2.    Aprovechar lo social para hacer proyecciones y seguimiento.
3.    Posibilidad de distribuir los procesos de negocio.

4.    Obtener opiniones de los clientes.
5.    Uso de las tecnologías sociales para el marketing y la comunicación, promoviendo la interacción.
6.    Generar y promover ventas.

7.    Comercio social.
8.    Mejora la atención al cliente.
9.    Mejorar la colaboración y comunicación organizativa interna.
10.    Conectar y atraer talento.

A grandes rasgos, implementar un Social Business Plan en la compañía facilita todo esto:
1. Acelerar la innovación, pues:
– Permite capturar nuevas ideas, de cualquiera.
– Utilizar comunidades internas para innovar.
– Facilitar la innovación estructurada.
2. Crear experiencias valiosas para el cliente:
– Involucrar y escuchar.
– Crear comunidad.
– Dar apoyo a las ventas y servicios.
3. Impulsar la productividad y la eficacia laboral:
– Aumentar la transparencia.
– Localizar y generar conocimiento.
– Multiplicar el talento externo.

¿Riesgos? Por supuesto, los hay. Los desafíos y riesgos asociados al social business están relacionados con las propuestas de valor (reputación de la marca), recursos clave (filtraciones de información sensible) y actividades clave (productividad del empleado, seguridad de datos/privacidad, y revelación no intencionada de información de la compañía).

Pero sobre todo el problema reside en  las barreras internas: falta de entendimiento de la dirección, miedo a la falta de control y desjerarquización, falta de incentivos, temor a desafiar las normas, a cambiar lo establecido, no saber cómo gestionar el trabajo virtual…  Miedos que habrá que superar. Renovarse o morir. La fusión total digital, como dicen los expertos, está destinada a triunfar en esta era en la que todo gira en torno al cliente, a la persona, a lo social.

¡Feliz semana!

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