“La verdadera INNOVACIÓN consiste en maximizar la posibilidad de que se produzcan sorpresas afortunadas”
Idris Mootee (CEO Idea Couture)
Las organizaciones, en este siglo XXI tecnológico, veloz, cambiante e incierto, están obligadas a cambiar y adaptarse continuamente si quieren sobrevivir. Ello significa que tienen que adoptar nuevos modelos de negocio, nuevos servicios o productos, nuevos procesos y formas de trabajar, e incluso nuevas maneras de relacionarse con sus clientes, proveedores y demás stakeholders, lo que por supuesto también incluye nuevas maneras de relacionarse con sus trabajadores.Hablar de trasformación digital de las empresas tradicionales hace referencia a un proceso donde a los productos o servicios habituales se añaden componentes digitales que modifican su naturaleza para dotarles de mejores prestaciones; en otras palabras, consiste en la hibridación de productos físicos + servicios virtuales, de la conexión de productos, servicios, cosas y personas de forma inteligente (movilidad, Internet de todas las cosas, la nube, conectividad, etc.), que modifica la naturaleza de los productos y los servicios.
Pero en verdad, lo digital abarca un concepto de transformación mucho más grande y completo: la transformación digital supone el avance de las empresas tradicionales a empresa con futuro: más flexibles, ágiles, abiertas, transparentes, redárquicas, innovadoras, creativas, y humanas. Toda empresa aspira a ser innovadora, pero pocas son las que lo consiguen. Veamos porqué.
Las nuevas tecnologías, en esencia, lo que hacen es facilitar la forma de trabajar en redes abiertas o en ecosistemas creativos a través de procesos de innovación abierta y colaborativa entre los trabajadores de las empresas, otros organismos de innovación y la participación de personas externas a la empresa.
Creatividad vs Innovación
¿Qué es la creatividad?
La capacidad de concebir ideas novedosas para resolver problemas, a través de un proceso que se desarrolla en un tiempo x, y que se caracteriza por la originalidad, la adaptabilidad y sus posibilidades de materialización concreta.
¿Qué es la innovación?
La aplicación de dichas ideas en la actividad de las personas y de las organizaciones. Es decir, la innovación sería la creatividad aplicada. Por otro lado, para que exista innovación la creatividad ha de generar cambios de impacto y nuevas posibilidades.
¿Qué es la innovación digital?
La aplicación de nuevas formas de creatividad para su aplicación a través y con el uso de nuevas tecnologías
(ej. Nuevos modelos de negocio)
Por ello, si queremos que nuestra organización potencie la innovación, es inevitable potenciar antes la creatividad de las personas que la componen. Las personas creativas son aquellas capaces de alcanzar (por asociación o imaginación) respuestas novedosas, diferentes, a las que se hubiera llegado por el “raciocinio convergente”. Son aquellas que tienen un pensamiento divergente.
Y aunque la creatividad es inherente a todo ser humano, ha estado en el baúl del olvido profesional en las últimas décadas; por ello, cada vez más se utilizan técnicas que nos ayudan a potenciarlas y desarrollarlas, como el Design Thinking.
¿DÓNDE ESTÁ EL GAP?
En no darse cuenta de que la innovación no es la consecuencia directa de la financiación, sino el resultado de la energía creadora y creativa de las personas. De todas y cada una de las personas que forman parte de la organización (no solo del departamento asignado como creativo o de innovación).
Por ello, para tener empresas innovadoras, debemos implementar una cultura en la organización orientada al aprendizaje continuo y a la creatividad.

Ideas para fomentar cultura innovadora en la empresa
1. La cultura corporativa (de innovación y tecnológica).
2. El clima o entorno laboral (prespectiva persona, esa cultura invisible, no oficial, que marca el estado de animo de los trabajadores).
3. El estilo de gestión y liderazgo (¿qué tipo de jefes hay en la compañía? ¿Son promotores o paralizadores del cambio? ¿Son transformacionales o siguen siendo en el fondo transaccionales?..).Se trata de identificar (mapeando, con tecnologías Design Thinking: preguntarse, observar y responder) cuáles son los frenos y los detonantes individuales y grupales que existen frente al proceso innovador, para ver qué falla en la estrategia creativa y dónde se deben emplear los recursos.
Ideas para fomentar cultura innovadora en la empresa
1. Encontrar la Misión: Explicar el papel de cada integrante de la compañía en el engranaje del cambio, para potenciar así una identidad corporativa
2. Mirar al medio plazo: las ideas innovadoras requieren tiempo por lo que conviene orientar las actividades a medio plazo, no a corto plazo, y a poder ser con la vista en el horizonte del largo plazo. Esto pasa, entre otras cosas, por dedicar tiempo a pensar y aprender. ¿Lo ideal? Tiempo para pensar y crear, mientras testeamos con metodologías ágiles.
3. Motivación: Solo conseguiremos involucración con la misión de la empresa si los profesionales que la integran están motivados. Es vital activar la escucha activa a los trabajadores para saber cuáles son sus motivaciones. Obvio, pero poco practicado.
4. Generación de empatía: entender los problemas, necesidades y deseos de los implicados en la solución que estamos buscando. Independientemente de qué estemos desarrollando, satisfacerlas es la clave de un resultado exitoso. Hay que empatizar para acertar, y así generar engagement. Sigue siendo obvio, pero hasta ahora el factor humano ha sido el gran olvidado.
5. Potenciar el trabajo en equipo y por proyectos. Formas que liderarán el trabajo del futuro, y que tiene su propia complejidad. ¿sabemos trabajar en remoto? ¿Y coordinar equipos distribuidos? ¿Cómo integro a los perfiles knowmads en mis proyectos?..
6. Todo ello bajo una atmósfera en la que se promueva lo lúdico. Para evitar las resistencias y frustraciones, hay que disfrutar durante el proceso y no solamente de los resultados. Además, cuando conseguimos crear un ambiente distendido, relajado y confiable, es cuando las personas adoptan un estado mental en el que dar rienda suelta a su potencial creativo.
Sigue siendo obvio, ¿verdad? 🙂
Ecosistema Digital Empresarial: la gran evolución
La transformación digital de las empresas está cambiando de manera brutal su entorno. Éstas no usan la tecnología solamente para cambiar su organización (los procesos, sus servicios, cómo comercializan sus productos, el usuario o cliente como centro del proceso, etc.) como hemos visto, sino que van mucho más allá, en lo que es todo un ejercicio evolutivo: utilizan la transformación digital para crear entornos colaborativos abiertos que mejoren su competitividad y valor.¿Por qué? Pues porque las relaciones aumentadas con los propios usuarios/ clientes, los proveedores, redes sociales e incluso competencia generan ecosistemas digitales interconectados que les permiten logros de mayor envergadura e impacto. Estos ecosistemas proporcionan a las empresas nuevos conocimientos (recogen ideas de cualquier stakeholder), productos, servicios y experiencias, así como nuevas oportunidades en mercados o la posibilidad de virar y cambiar lo que no les funciona como resultado de los feedbacks en tiempo real.
Según el informe Accenture Technology Vision 2015, 4 de cada 5 directivos de TI consultados opinan que estos ecosistemas acabarán por diluir las fronteras actuales entre los diferentes sectores. Un 60% de estos directivos afirman tener previstas nuevas alianzas con empresas del mismo sector, mientras que un 40% indica que lo harán con empresas digitales de otros sectores.
Open Innovation: hacia el trabajo colaborativo
Open Innovation: fomentando el intercambio de conocimiento y el trabajo colaborativo e interdisciplinar.
El término open innovation (innovación abierta) fue acuñado por Henry Chesbrough, quien la define como “el uso de los flujos internos y externos de conocimiento para acelerar la innovación interna y ampliar los mercados para el uso externo de dicha innovación”. Si antiguamente (o las empresas tradicionales) mantenían en secreto sus propias innovaciones para obtener mejores resultados, ahora sucede justo al revés. Es necesario compartir ese conocimiento para enriquecerlo con las aportaciones e ideas externas de otras organizaciones.
La empresa del s.XXI se debe integrar en las redes y comunidades de conocimiento (conocimiento knowmad o nomádico).
La información y el conocimiento fluyen tanto de forma interna como externa, a través de la red. ¿De qué manera? En dos direcciones:
A) El flujo de fuera hacia dentro de la organización: supone una apertura a distintos tipos de innovación procedentes del exterior.
B) El flujo de dentro hacia fuera: las organizaciones permiten la salida al exterior de las ideas de poco valor dentro de la organización, pero que podrían tenerlo si lo comercializan en un modelo de negocio distinto.
El objetivo para ser empresa del y con futuro es mezclar; usar y mejorar los conocimientos que vengan de otras personas, compañías e incluso sectores distintos para generar productos y servicios que promuevan nuevas experiencias que supongan más valor para los clientes.
Se impone hacer más, con más.
¿Sumamos?
Encontrarás más información sobre este tema en el libro colaborativo lanzado por Juan Merodio en el que, junto a grandes profesionales impulsores del cambio, he tenido el placer de colaborar: “9 Factores de la Transformación Digital de la Empresa”