Construir entornos laborales de pasión (mejor que de rutina y aburrimiento)

Artículo originalmente publiado en el número de febrero 2019 Revista Gref (Grupo Responsables Formación Entidades Financieras)

 

Ser creativo es uno de los requisitos básicos en los profesionales del S. XXI y en toda compañía que quiera garantizar su futuro, pues la creatividad como sabemos es la antesala de la innovación. Y quien no innova en esta Era Digital -y que por lo tanto evoluciona exponencialmente- no sólo se estanca, sino que se extingue. Sin inteligencia creadora no hay innovación, y sin innovación el mundo no avanza.

 

Sin embargo, según varios estudios, todavía son mayoría las empresas que no utilizan ni el 20% del potencial creativo de sus trabajadores. Es decir, el 80% de su inteligencia creadora es… inexistente.

 

La gran pregunta, además de porqué sucede esto -más adelante lo analizaremos-, es: ¿qué entendemos realmente por ser creativo?

 

Una buena manera de aproximarse a este concepto es hablar de “inteligencia creadora”: poner nuestra inteligencia al servicio del pensamiento abierto y no lineal, que nos permita generar conexiones (sinapsis) diferentes, más ricas, arriesgadas y sorprendentes. Para ello conviene ayudarse de metodologías como el Design Thinking o el Visual Thinking, que nos ayudan a pensar de manera más ágil y líquida, en abierto. Así es como nuestra inteligencia creadora, inherente en todas las personas, adquiere un flujo de pensamiento creativo. Además, la inteligencia creativa nos ayuda a ser más felices. Como dice el filósofo José Antonio Marina “es lo que nos permite desarrollar un proyecto de vida satisfactorio y con sentido, para uno mismo y para el resto”. Cuando usamos la inteligencia creadora desde una perspectiva creativa, encontramos soluciones únicas, personalizadas y efectivas que hacen nuestra vida –y la de nuestras empresas- mejor. Como pensamos en Kemp -donde formar en y con creatividad es parte del cuore empresarial- la creatividad está sencillamente adormecida, a la espera de un cambio necesario en la organización que la permita aflorar.

Para ello, entre otras cosas, es responsabilidad corporativa generar el ambiente adecuado que promueva este florecimiento creativo. Como dice Gary Hamel, profesor de la London Business School: “las organizaciones deberían construir entornos de pasión en vez de entornos de rutina, control y aburrimiento”. Algo que afortunadamente ya está sucediendo y calando en nuestro tejido empresarial.

¿Ideas para construir un entorno de pasión?
Veamos algunas:

  • Procurar que haya poca jerarquía y que la existente esté al servicio de los trabajadores y de los clientes
  • Esforzarse por romper los compartimentos estancos de los departamentos.
  • Generando retos (a través de la misión, la visión, los valores y los modelos de negocio) que sean percibidos por los trabajadores como difíciles pero emocionantes y factibles.
  • Demostrando que si queremos que los clientes sean los primeros antes debemos tratar igual de bien a los empleados.
  • Creando espacios físicos aptos para la creatividad, la colaboración y el descanso productivo.
  • Generando un ambiente de cooperación y colaboración, no exento de sana competitividad puntualmente.
  • Haciendo mucha formación y coaching para todos. De forma auténtica, no sólo para una élite directiva.
  • Creando actividades divertidas y estimulantes.

“Con las pasiones uno no se aburre jamás; sin ellas, se idiotiza”, que diría Stendhal.

Las organizaciones, en este siglo XXI tecnológico, veloz, cambiante e incierto, están obligadas a cambiar y adaptarse continuamente si quieren sobrevivir. Ello significa que tienen que adoptar nuevos modelos de negocio, nuevos servicios o productos, nuevos procesos y formas de trabajar, e incluso nuevas maneras de relacionarse con sus clientes, proveedores y demás stakeholders, lo que por supuesto también incluye nuevas maneras de relacionarse con sus trabajadores.

La transformación digital supone el avance de las empresas tradicionales a empresa con futuro: más flexibles, ágiles, abiertas, transparentes, redárquicas, innovadoras, creativas, y humanas. Toda empresa aspira a ser innovadora, pero pocas son las que lo consiguen. ¿Dónde está el fallo?

Veamos con más detenimiento ambos conceptos: Creatividad vs Innovación

¿Qué es la creatividad?

La capacidad de concebir ideas novedosas para resolver problemas, a través de un  proceso que se desarrolla en un tiempo x,  y que se caracteriza por la originalidad,  la adaptabilidad y sus posibilidades de materialización concreta.

¿Qué es la innovación?

La aplicación de dichas ideas en la actividad de las personas y de las organizaciones. Es decir, la innovación sería la creatividad  aplicada. Por otro lado, para que exista innovación la creatividad ha de generar cambios de impacto y nuevas posibilidades.

¿Qué es la innovación digital?

La aplicación de nuevas formas de creatividad  para su aplicación a través y con el uso de nuevas tecnologías (ej. Nuevos modelos de negocio)

Por ello, si queremos que nuestra organización potencie la innovación, es inevitable potenciar antes la creatividad de las personas que la componen. Las personas creativas son aquellas capaces de alcanzar (por asociación o imaginación) respuestas novedosas, diferentes, a las que se hubiera llegado por el “raciocinio convergente”. Son aquellas que tienen un pensamiento divergente.

Y aunque la creatividad es inherente a todo ser humano, ha estado en el baúl del olvido profesional en las últimas décadas; por ello, como veíamos, cada vez más se utilizan técnicas que nos ayudan a potenciarlas y desarrollarlas, como el Design y el Visual Thinking.

¿DÓNDE ESTÁ EL GAP?
En no darse cuenta de que la innovación no es la consecuencia directa de la financiación, sino el resultado de la energía creadora y creativa de las personas. De todas y cada una de las personas que forman parte de la organización.

Por ello, para tener empresas innovadoras, debemos implementar una cultura en la organización orientada al aprendizaje continuo, a la creatividad y a la colaboración (poder de la inteligencia colectiva y conocimientos compartidos y enriquecidos).

Ideas para fomentar cultura innovadora en la empresa

La creación de un  Ecosistema Creativo en la empresa pasa por:

  • Hacer un Diagnóstico organizacional: evaluar las tres patas que sostienen a una empresa para identificar los elementos que impiden o producen vias de escape de creatividad y los que por el contrario facilitan el proceso.
  • Para construir un ecosistema que no genere resistencia a los cambios y que promueva la innovación, es necesario analizar:
    La cultura corporativa (de innovación y tecnológica).
    2. El clima o entorno laboral (perspectiva persona, esa cultura invisible, no oficial, que marca el estado de animo de los trabajadores).
    3. El estilo de gestión y liderazgo (¿qué tipo de directivos hay en la compañía? ¿Son promotores o paralizadores del cambio? ¿Son transformacionales o siguen siendo en el fondo transaccionales?..).Se trata de identificar (mapeando, con tecnologías Design Thinking: preguntarse, observar y responder) cuáles son los frenos y los detonantes individuales y grupales que existen frente al proceso innovador.

Ideas para fomentar cultura innovadora en la empresa

  1. Encontrar la Misión: Explicar el papel de cada integrante de la compañía en el engranaje del cambio, para potenciar así una identidad corporativa.
    2. Mirar al medio plazo: las ideas innovadoras requieren tiempo por lo que conviene orientar las actividades a medio plazo, no a corto plazo. Esto pasa, entre otras cosas, por dedicar tiempo a pensar y aprender. ¿Lo ideal? Tiempo para pensar y crear, mientras testeamos con metodologías ágiles.
    3. Motivación: Solo conseguiremos involucración con la misión de la empresa si los profesionales que la integran están motivados. Es vital activar la escucha activa  a los trabajadores para saber cuáles son sus motivaciones.
    4. Generación de empatía: entender los problemas, necesidades y deseos de los implicados en la solución que estamos buscando. Hay que empatizar para acertar, y así generar engagement. Sigue siendo obvio, pero hasta ahora el factor humano ha sido el gran olvidado. 
    5. Potenciar el trabajo en equipo y por proyectos. Formas que liderarán el trabajo del futuro, y que tiene su propia complejidad. ¿sabemos trabajar en remoto? ¿Y coordinar equipos distribuidos? ¿Cómo integro a los perfiles knowmads en mis proyectos?..
    6. Todo ello bajo una atmósfera en la que se promueva lo lúdico. Para evitar las resistencias y frustraciones, hay que disfrutar durante el proceso y no solamente de los resultados.  Además, cuando conseguimos crear un ambiente distendido, relajado y confiable, es cuando las personas adoptan un estado mental más creativo.

* Nota: por cierto que la creatividad, según un estudio de IBM, es el atributo más importante según los CEO’s, para el éxito futuro de una compañía.

Cuanto más nos abrimos, aceptamos nuevas realidades, adoptamos el cambio, conectamos, aprendemos de otros, compartimos y adquiramos una mentalidad knowmad, mejor conectamos los puntos, menos lineales somos, más líquidos y creativos nos volvemos.

Feliz futuro.

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